Preocupa a la Iglesia situación de migrantes tras acuerdo con EU
Periódico: LA JORNADA Jessica Xantomila | lunes, 10 jun 2019
Ciudad de México. Con motivo del acuerdo en materia migratoria alcanzado entre México y Estados Unidos para suspender la imposición de aranceles a productos mexicanos, los obispos del país manifestaron su preocupación “por la falta de acogida verdaderamente humanitaria” a los migrantes, “que refleje nuestras convicciones en materia de reconocimiento y protección de los derechos de todos los seres humanos por igual”.
Destacaron que desplegar seis mil efectivos de la Guardia Nacional en la frontera sur “no es una solución de raíz que atienda a las verdaderas causas del fenómeno migratorio. El combate a la pobreza y a la desigualdad en México y en Centroamérica pareciera quedar sustituido por el temor ante el otro, nuestro hermano”.
“Si hemos rechazado como mexicanos la construcción de un muro no podemos convertirnos nosotros mismos en ese muro”, resaltaron.
Los obispos mexicanos señalaron que los migrantes “nunca deben ser moneda de cambio. Ninguna negociación debe colocarse por encima de lo que la Iglesia y la sociedad civil han defendido por años: la no criminalización de los migrantes ni de los defensores de derechos humanos que muchas veces luchan a favor de la dignidad a contra corriente y con riesgos importantes para su propia seguridad”.
Pidieron “formalmente” a los gobiernos de México y de Estados Unidos “hacer un compromiso permanente para privilegiar siempre el diálogo y la negociación transparente en nuestras relaciones bilaterales. No caer en la fácil tentación del chantaje o la amenaza. El bien de cada país se construye velando por el bien de toda la región”.
De igual manera, reiteraron que tanto los obispos mexicanos como los estadunidenses desean colaborar “con todas las iniciativas que permitan encontrar un camino de mayor seguridad y protección de los derechos humanos de quienes emigran”.
La Conferencia del Episcopado Mexicano (CEM), que encabeza el cardenal Rogelio Cabrera López, expuso que miles de migrantes están esperando cruzar a los Estados Unidos huyendo de la violencia y la miseria en sus países de origen. Otros tantos son detenidos y deportados a México, “ahora más bajo el programa unilateral americano de ‘Quédate en México’, bajo el cual miles de centroamericanos, esperarán una resolución de su situación migratoria, exponiéndoles a graves riesgos en las ciudades fronterizas mexicanas e impidiendo su pleno acceso a la asistencia legal”.
La Iglesia católica en México -señaló- “está convencida de que es necesaria una justa política migratoria que, por un lado, garantice un libre tránsito de personas ordenado, regulado y responsable; y por otro lado vele por los intereses legítimos de los miembros de nuestra nación”.
De igual manera -continuó-, los obispos “estamos convencidos de que los mexicanos debemos estar unidos al enfrentar este y otros desafíos globales”, pero ésta “no debe construirse al margen de la fraternidad entre los pueblos. Somos todos países complementarios e interdependientes”.