El 80% de votantes evangélicos blancos apoyó a Donald Trump en las elecciones de 2020. Pero algunos de ellos están cambiando de parecer y votarán por los demócratas por considerar a Kamala Harris la mejor opción en términos de valores y carácter.
Por:Univision y APPublicado 22 Sep 2024
Cuando el reverendo Lee Scott apoyó públicamente a Kamala Harris para la presidencia el pasado 14 de agosto, el pastor presbiteriano dijo que sabía que estaba asumiendo un riesgo.
“Lo fácil para nosotros este año sería mantener la cabeza gacha, ir a las urnas, mantener nuestro voto en secreto y seguir con lo nuestro”, dijo Scott a las 3,200 personas que lo seguían en una llamada de Zoom organizada por el grupo ‘Evangélicos por Harris’.
“Pero, en este momento, simplemente no puedo hacer eso”, reconoció.
Scott vive en Butler, Pensilvania, la misma ciudad donde el expresidente Donald Trump sufrió un atentado en julio. Scott dijo a la agencia AP que el ataque y su impacto en su comunidad lo empujaron a hablar en contra de Trump y la “violencia aceptable” que normalizó en la política.
Trump ha mantenido un fuerte apoyo entre los votantes evangélicos blancos. Según AP VoteCast, aproximadamente ocho de cada 10 votaron por él en 2020.
Pero un pequeño y diverso grupo de evangélicos está buscando alejar a sus correligionarios del redil del expresidente, ofreciendo no solo un candidato alternativo al que apoyar, sino una visión alternativa para su fe en general.
“Estoy cansado de ver cómo la mezquindad, la intolerancia y la crueldad recreativa son el testimonio mundano de nuestra fe”, dijo Scott en la videoconferencia. “Quiero una transformación, y la transformación es un negocio arriesgado”, agregó.
Las grietas existentes en la base evangélica de apoyo a Trump
Trump ha cortejado a los evangélicos conservadores blancos desde su llegada a la escena política hace casi una década. Ahora, está vendiendo biblias como parte de su campaña, destacando la revocación de Roe v. Wade que acabó con el derecho constitucional al aborto e implorando a los cristianos que voten por él.
Pero algunos evangélicos han utilizado las grietas en su fidelidad política para distanciarse más del republicano, especialmente ahora que no ha confirmado si firmaría una prohibición federal del aborto si volviera a la Casa Blanca.
El reverendo Dwight McKissic, un pastor bautista de Texas que habló en la misma llamada de ‘Evangélicos por Harris’, dijo que no veía “superioridad moral de un partido sobre el otro”, señalando la decisión del Partido Republicano de “abandonar el compromiso de prohibir el aborto con una enmienda constitucional” y suavizar su postura contra el matrimonio entre personas del mismo sexo.
Aunque históricamente ha votado por los republicanos, McKissic dijo que este año votaría por Harris, de quien dijo que tiene un carácter y unas calificaciones más fuertes. “Ciertamente no estoy de acuerdo con ella en todos los asuntos de política”, dijo Scott, que se identifica como evangélico y está ordenado en la principal Iglesia presbiteriana de Estados Unidos.
“Soy provida. Estoy en contra del aborto. Pero al mismo tiempo, tiene una plataforma profamilia”, dijo antes de destacar las políticas educativas de Harris y su promesa de ampliar el Crédito Tributario por Hijo.
Grupos de base como ‘Evangélicos por Harris’ esperan poder convencer a los evangélicos que sienten lo mismo para que la apoyen en lugar de votar por Trump o de no participar en las elecciones. Con una financiación modesta en 2020, el grupo se dirigió a los votantes evangélicos en los estados clave. En esta elección, el reverendo Jim Ball, presidente de la organización, dijo que están ampliando su operación y buscan gastar $1 millón en anuncios.
Si bien los evangélicos blancos votan tradicionalmente por los republicanos, no todos los evangélicos son un seguro para el partido de Trump y, en una carrera reñida, cada voto cuenta. En 2020, Biden ganó el apoyo de alrededor de dos de cada 10 votantes evangélicos blancos, pero tuvo un mejor desempeño con los evangélicos en general, según AP VoteCast, ya que se llevó los votos de un tercio de este grupo.
Una encuesta AP-NORC de septiembre concluyó que alrededor de seis de cada 10 estadounidenses que se identifican ‘evangélicos’ tienen una visión algo o muy desfavorable de Harris, pero alrededor de un tercio tiene una opinión favorable de ella. Sin embargo, la mayoría de los evangélicos blancos, alrededor de ocho de cada 10, tienen una visión negativa de la vicepresidenta.
Vote Common Good, un grupo similar dirigido por el pastor evangélico progresista Doug Pagitt, tiene un mensaje simple: la identidad política y la identidad religiosa no son un paquete conjunto.
“Hay todo un grupo de gente que se ha sentido muy incómodo votando por Trump”, dijo Pagitt. “No estamos tratando de hacerlos cambiar de opinión. Estamos tratando de trabajar con ellos una vez que hayan cambiado de opinión para actuar en ese cambio”.
Cómo está trabajando la campaña demócrata para atraer a los votantes evangélicos
En agosto, la campaña de Harris contrató a la reverenda Jen Butler, ministra presbiteriana y organizadora religiosa con experiencia para liderar las acciones hacia los votantes religiosos.
Butler le dijo a la agencia AP que ha estado en contacto con ‘Evangélicos por Harris’. A menos de dos meses de las elecciones, quiere aprovechar el poder de estos grupos de base para involucrar a más votantes religiosos.
“Queremos movilizar a nuestra base y creemos tener un potencial real aquí para llegar a la gente que ha votado por los republicanos en el pasado”, dijo Butler.
Sus esfuerzos se están centrando en los protestantes negros y los evangélicos latinos, especialmente en los ‘estados péndulo’. Están llegando a los católicos y a los protestantes tradicionales en todo el ‘Cinturón del Óxido’ y a los miembros de la Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días en Arizona y Nevada. Colegas de Butler están trabajando con los distritos electorales judíos y musulmanes.
Butler dijo que la campaña de Harris puede encontrar puntos en común con los evangélicos, en particular con las mujeres de los suburbios. “Hay toda una gama de temas que les preocupan”, dijo, citando enfoques sobre la inmigración y el aborto. “Saben que la forma de abordar cualquier preocupación provida es realmente apoyar a las mujeres”.
Los obstáculos de algunos evangélicos para votar por los demócratas
Pero incluso para los evangélicos a los que no les gusta Trump, puede resultarles difícil apoyar a una demócrata. Russell Jeung, cofundador de Stop AAPI Hate y orador en la llamada de ‘Evangélicos por Harris’, dijo a AP que el grupo no está “de acuerdo con todo lo que Harris representa”.
Otros en la llamada señalaron que usarían su voto para presionar a Harris en temas en los que no estaban de acuerdo. La activista evangélica latina Sandra Maria Van Opstal dijo que presionaría al posible gobierno de Harris “para que lo haga mejor en el conflicto Palestina-Israel y en inmigración”.
Soong-Chan Rah, profesor de evangelismo en el Seminario Teológico Fuller en Pasadena, California, se describe a sí mismo como un evangélico progresista no partidista. Aunque nunca antes ha respaldado a un candidato, dijo que lo que está en juego en esta elección es tan importante que quería dar su apoyo público a Harris.
“No solo encuentro a este candidato, Trump, repugnante y repulsivo”, dijo Rah, “sino que es tan extremo que quiero apoyar a su oposición”.
Pero los evangélicos que consideran que votar por un demócrata es inconcebible sigue siendo fuerte. El líder de culto evangélico partidario de Trump, Sean Feucht, ridiculizó la existencia de ‘Evangélicos por Harris’. “¡Herejes por Harris suena mucho más cierto!”, escribió en la plataforma X.
La tarea de imaginar una nueva identidad evangélica
El proyecto de atraer a los votantes evangélicos a los demócratas va más allá de la política partidista. Llega al núcleo de lo que significa el evangelismo.
El término evangélico en sí mismo es confuso y se ha convertido en sinónimo del Partido Republicano, sostiene Ryan Burge, profesor de Ciencias Políticas en la Universidad Eastern Illinois, en Charleston.
“Probablemente más personas sean evangélicas teológicamente”, dijo Burge, “pero no van a aceptar esa palabra porque no votan por Trump, o son moderados o liberales”.
El evangelismo históricamente ha hecho referencia a los cristianos que tienen creencias teológicas conservadoras sobre temas como la importancia de la Biblia. Pero eso ha cambiado a medida que el término se ha vuelto más conectado con los votantes republicanos.
Para muchos, el evangelismo se ha definido en gran medida en líneas raciales y sociopolíticas y, al respaldar a Harris, Rah espera “mostrar que hay otras voces en la Iglesia además de la derecha religiosa y los evangélicos de Trump”.
Latasha Morrison, que también habló en la llamada de ‘Evangélicos por Harris’, dijo a AP que, como mujer negra, nunca se había identificado con la palabra ‘evangélico’ hasta que comenzó a asistir a iglesias predominantemente blancas.
Durante años, sus opiniones contra el aborto la llevaron a votar por los republicanos, pero ahora dice sentir que “las mujeres y los niños tienen una mejor oportunidad bajo la administración de Harris que bajo la administración de Trump”.
Según Ball, el presidente de ‘Evangélicos por Harris’, no busca “decirle a la gente si es evangélica” o no. “La diversidad es una fortaleza para nosotros. No buscamos una unanimidad total. Buscamos la unidad”, dijo. “Podemos estar unidos aunque aún tengamos diferencias”, concluyó.