La religión en tiempos de Morena

Líderes y académicos afirman que el discurso humanista de López Obrador aseguró su apoyo electoral, y prevén que la próxima gestión mantenga esa dirección

septiembre 23, 2024 • 

Oscar Moha

A días de concluir su sexenio, líderes religiosos, ministros de culto y académicos coinciden en que el presidente Andrés Manuel López Obrador aprovechó la crisis de valores en la sociedad mexicana para potenciar el discurso humanista y traducirlo en votos, impulsando un proyecto transexenal que continuará con Claudia Sheinbaum.

Se produjeron pequeños cambios en las relaciones entre las iglesias y el Estado. A pesar del lenguaje bíblico en algunas de sus mañaneras, la laicidad no se vulneró. El presidente dejó de lado el poder político del clero y la Iglesia Católica, estableciendo un contacto más frecuente con diversas iglesias y rompiendo el fuero institucional.

El analista Roberto Blancarte observó que no hubo cambios legales ni constitucionales en este sexenio. Los encuentros de López Obrador con pastores evangélicos fueron actos personales, y la aparente apertura hacia ellos se suspendió. El también coautor del libro AMLO y la religión: el Estado laico bajo amenaza, indicó que al inicio del sexenio, el presidente parecía dispuesto a integrar el factor religioso en su gobierno, pero dio marcha atrás.

Al respecto, el teólogo Fray Julián Cruzalta notó un gran cambio al inicio del sexenio, con un factor religioso central, pero este se moderó con el tiempo. Se modificó el reglamento de la Secretaría de Gobernación para la participación de las iglesias en temas de paz, pero el tema se pausó.

104 mil 404 ministros de culto están registrados en la Secretaría de Gobernación

Mariana Molina Fuentes, del Instituto de Investigaciones Jurídicas de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), observó una relación más colaborativa con otras iglesias. Aunque no hubo alianzas, se dialogó sobre problemas nacionales desde grupos religiosos.

El exdirector de la Sociedad Bíblica de México consideró que López Obrador “globalizó la religión” y la capitalizó en votos, aprovechando la ignorancia bíblica del pueblo mexicano, aunque en general ha sido un buen mandatario.

Sacerdotes católicos padecen el embate de la delincuencia organizada. Pastores y feligreses evangélicos en zonas indígenas siguen sufriendo intolerancia religiosa en entidades como Oaxaca, Guerrero, Chiapas y Michoacán, a pesar de la libertad de culto consagrada en la Constitución.

Uno de los episodios más aciagos del sexenio fue el asesinato de los jesuitas Javier Campos Morales y Joaquín Mora Salazar en la sierra tarahumara, en junio de 2022, a manos de un sicario, lo que originó una protesta enérgica y un reclamo social para que el gobierno de López Obrador aclarara los hechos. Según el Centro Católico Multimedia, “México es uno de los países más peligrosos para ejercer el sacerdocio”, pues a lo largo del sexenio, nueve ministros de culto católicos fueron asesinados.

La misma institución reveló que mil 400 inmuebles sufrieron robos y daños, y que líderes de la iglesia mayoritaria fueron amenazados y lesionados por delincuentes en varias zonas del país durante los últimos seis años. Alianzas de pastores cristianos de Chiapas, Oaxaca, Guerrero e Hidalgo han reportado agresiones por ser evangélicos en zonas indígenas. En Coamila, comunidad hidalguense, 170 personas –entre ellas más de 60 menores– huyeron de sus casas, luego de que les fueran cancelados sus servicios de agua y luz por ser evangélicos.

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El mes pasado, en San Juan Lalana, Oaxaca, un grupo de católicos quemó un inmueble donde evangélicos llevaban a cabo sus cultos. Desde febrero del presente año, al menos 12 familias fueron expulsadas de su comunidad por negarse a participar en las festividades católicas del pueblo. Al respecto, Oaxaca y Chiapas se han caracterizado por las agresiones que sufren minorías religiosas, sin que hasta el momento las autoridades hayan hecho efectiva la libertad de culto tutelada de manera constitucional por el Estado.

Alianzas de pastores han contabilizado 11 asesinatos de líderes y representantes de iglesias evangélicas en México durante el sexenio que finaliza, así como secuestros, robos, amenazas y desplazamientos forzados de cristianos, por lo que se reunieron en varias ocasiones con funcionarios, gobernadores, alcaldes y candidatos a cargos de elección popular con el reclamo de frenar a la delincuencia.

A 32 años de haber sido promulgada, la Ley de Asociaciones Religiosas y Culto Público no ha sufrido modificaciones, por lo que algunos opinan que debe actualizarse al contexto actual y que, en lugar de existir una separación entre las iglesias y el Estado, debe darse una relación entre ambos para coadyuvar en la pacificación del país sin que se vulnere el Estado laico.

La presidenta Claudia Sheinbaum se reunió una vez con pastores evangélicos como candidata y en dos ocasiones con el clero. Visitó al Papa y prometió respetar la libertad de culto, aunque se declara “no practicante” de ningún credo. Aunque no se ha pronunciado sobre su relación con las iglesias, se espera continuidad en el proyecto de la actual administración.

Pese a ello, Molina estima que Sheinbaum no tiene de referentes religiosos como López Obrador, quien frecuentemente citó pasajes bíblicos.

Blancarte concluyó que Sheinbaum, a partir del 1 de octubre, será una persona secular, sin pretensiones mesiánicas, pues el tema religioso le interesa principalmente para efectos electorales.

https://bit.ly/3NgQVkF

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