EN 25 AÑOS SE HAN COMETIDO 65 CRÍMENES DE ODIO EN PUEBLA; 33 EN LA CAPITAL: ACTIVISTAS
OCTUBRE 22, 2019 Por: YADIRA LLAVEN ANZURES LA JORNADA DE ORIENTE
De 1996 a la fecha, en el estado de Puebla se han perpetrado 120 violaciones a derechos humanos, 65 crímenes de odio en contra de miembros de la comunidad LGBTTTIQ, de los cuales 33 se registraron en la ciudad de Puebla.
El caso más reciente fue el asesinato de Jorge Abel Espinoza Ocampo, de 55 años de edad, conocido como “Franco”, dueño del bar del mismo nombre y precursor del movimiento en Puebla.
De 1996 a la fecha, en el estado de Puebla se han perpetrado 120 violaciones a derechos humanos, 65 crímenes de odio en contra de miembros de la comunidad LGBTTTIQ, de los cuales 33 se registraron en la ciudad de Puebla.
En su intervención, el activista Onán Vázquez Chávez, de la asociación “No dejarse es incluirse AC”, dijo que los crímenes de odio han ido creciendo en el estado, pero no se compara con los asesinatos contabilizados en el Estado de México, Veracruz y Jalisco, contra la comunidad.
En el caso de Puebla, destacó que los municipios con el registro de mayores crímenes de odio son la capital y Tehuacán. La primera con 33 casos y el segundo con nueve. Le siguen San Pedro Cholula, Huejotzingo, San Martín Texmelucan y Atlixco.
En su participación, dio a conocer la información hemerográfica del número de asesinatos, pero también una cartografía donde se ubica desde el nombre, el lugar donde fue encontrado el cadáver y las condiciones, así como la edad, la orientación sexual, fecha, entidad y municipio.
El activista reclamó que a pesar de existir un protocolo de actuación para personal de las instituciones de procuración de justicia del país, a raíz de un juicio ganado en la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN), lo cierto es que no funciona.
Enfatizó que es importante que los asesinatos de la comunidad LGBTTTIQ sean investigados como crímenes de odio y que las autoridades le den relevancia a la orientación sexual, pues en cada una de estas muertes los asesinatos dejaron algún tipo de mensaje enfocado a su orientación sexual.
En tanto, Juan Alberto Corona Román, también activista de la asociación Vida Plena Puebla, informó que el crimen de odio se comete en contra de una persona por su orientación sexual, género, condición social y económica..
En Puebla, destacó que en el Código Penal de la entidad en 2009 y 2011 se aprobó incluir el concepto de “Preferencias Sexuales”, en defensa de los derechos humanos.
Sin embargo, acusó que la Ley de Discriminación local aprobada en 2012 es inoperante, debido a que el reglamento de la norma salió tres años después de la reforma.
A esto sumó que sale la convocatoria para integrar el Consejo Ejecutivo de la Ley de Discriminación, donde debería estar representada la sociedad civil, pero se le impuso el “candado” que para participar deberían ser abogados y abogadas de oficio.
Por esta razón, propuso la creación de un Consejo Estatal para Prevenir la Discriminación, para atender la problemática. No obstante, reconoció que esto procederá siempre y cuando haya voluntad política de las autoridades.
Asimismo, dijo que la creación de la Fiscalía de Género va a investigar las violaciones a los integrantes de la Diversidad Sexual, siempre y cuando la víctima ya esté muerta.
En ese sentido, dijo que es urgente la creación de una Fiscalía Especializada, con personal capacitado y sensibilizado en el tema.
El activista explicó que los crímenes de odio, como concepto jurídico, son aquellos motivados por el odio que el perpetrador siente hacia una o más características de la víctima, que la identifican como perteneciente a un grupo social específico.
Destacó que en los crímenes de odio hay alevosía y maquinación, por lo que exhortó a dejar de tener la idea de mandar al agresor a rehabilitación psicológica, cuando fue un homicidio premeditado.
“Mandar a psicología al agresor es permitir que haya un crimen impune, que violenta la Ley y deja en la indefensión a las víctimas”, aclaró Corona Román.
Al final, dijo que son tres las características del crimen de odio, que es el odio que tiene un sustento en la discriminación; el crimen que está inmerso en delito de homicidio o lesiones; y la víctima del crimen a grupos en situación de vulnerabilidad social y jurídica.
“En un crimen de odio se elige a la persona, y tiene como objetivo causar miedo entre la población, pero también impunidad”, concluyó.