Testigos de Jehová escondieron por años miles de casos de abuso infantil
PORTAL: CCNEWS Por: Alejandra Natalia Rodríaguez
15-mayo-2019
En los últimos años gran parte de la atención del mundo respecto a las denuncias de abuso se ha centrado en la iglesia católica. Pero los testigos de Jehová ha tenido menor atención en el tema, el grupo cuenta con más de 8,5 millones de miembros.
Sin embargo, salió a luz una supuesta base de datos secreta que documenta abusos sexuales a menores. De acuerdo un reportaje publicado en The Atlantic, escrito por el reportero Douglas Quequa, quien tuvo contacto con Mark O’Donnell, un ex Testigo de Jehová que abandonó la religión en 2013 y que desde entonces se ha dedicado a exponer las controversias que rodean a dicho culto.
La base de datos
O’Donell, mostró al reportero documentos, cartas y mensajes enviados a Watchtower Bible and Tract Society, organismo que encabeza dicha religión, donde se delataban diversas fallas cometidas por sus integrantes. Algunas ellas van desde fumar marihuana, hasta el abuso sexual de menores.
Los documentos fueron extraídos de las oficinas de Watchtower y enviados a O’Donell por medio de una fuente anónima.
En 1997 la alta jerarquía de los Testigos de Jehová ordenó la creación de un reporte que recaudara la información de los pederastas y abusadores. Por medio de una encuesta privada se pidió a los integrantes de la iglesia el denunciar los abusos.
Las encuestas contenían las siguiente preguntas: ¿Ocurrió esto una vez, o el acusado tenía antecedentes de abuso infantil? ¿Cómo se ve al acusado dentro de la comunidad? ¿Alguien más sabe sobre el abuso? Y envíelo por correo a la sede de la Watchtower en un sobre azul especial.
Al final de la encuesta se pedía guardar una copia del informe en el archivo confidencial de cada congregación, y con nadie.
A partir de entonces 10 mil 883 sobres con distintas quejas fueron enviados a Watchtower detallando los abusos en múltiples comunidades.
Los casos
Entre los documentos que Mark O’Donnell mostró al reportero está una serie de cartas sobre un hombre de Springfield, Massachusetts, que había sido expulsado de los testigos en tres ocasiones pero el hombre fue reincorporado, en 2008, pese a que alguien que trabajaba en una división de Watchtower escribió a su congregación que el religioso expulsado había sido señalado en 1989 se decía que había “permitido que su hijastra de 11 años se tocara el pene … en al menos dos ocasiones “. El texto insinúa que el hombre había aceptado, en lugar de iniciar, el contacto sexual con su hijastra.
El periodista localizó a la hijastra, que ahora tiene 40 años. Ella le relató que solo tenía 8 años cuando su padrastro la había molestado. “Él era el adulto y yo la niña, así que pensé que no tenía otra opción”, la víctima señala que dicha situación la horrorizo y tardó dos años en platicar con su madre al respecto.
Su madre se dirigió de inmediato a los ancianos de la congregación, quienes más tarde llamaron a la niña y su padrastro para orar con ellos. Ella lo recuerda como una experiencia humillante.
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Años más tarde, su padrastro fue finalmente expulsado por casos que involucraron “fornicación”, “embriaguez” y “mentira”, según las cartas. Pero de acuerdo con la hijastra, su presunto abuso de ella solo resultó en que fuera “reprobado en privado”, una reprimenda a puerta cerrada que generalmente se acompaña de una pérdida temporal de privilegios, como no poder ofrecer comentarios durante el estudio de la Biblia o la guía en una oración. Las cartas no hacen referencia a la notificación a la policía; la hijastra dijo que se alentó a su madre a mantener la confidencialidad del asunto, y no se hizo ningún intento por mantener al padrastro alejado de otros niños.
Los Testigos de Jehová construyeron lo que podría ser la base de datos más grande del mundo de abusadores de niños. La información representa al menos dos décadas de nombres y direcciones, probablemente en decenas de miles, y actos detallados de presuntos abusos, la mayoría de los cuales nunca han sido compartido con la policía
Watchtower se ha negado a cumplir con varias órdenes judiciales para divulgar la información contenida en su base de datos y ha pagado millones de dólares a lo largo de los años para mantenerla en secreto.