Niños y adolescentes quieren cambiar

¿Puede un menor cambiar de identidad de género? Este es el debate en la CDMX

Por: Yared de la Rosa 13-julio-2019 EXPANSIÓN

A los siete años, ‘Sophía’ se puso por primera vez un vestido. Ese día, después de ponérselo, corrió a abrazar y besar a sus padres y a su hermana. Luego, brincó por toda la casa, y no dejó de posar frente al espejo y de sonreír cada que se veía en esa prenda azul.

‘Sophía’ —cuyo verdadero nombre fue cambiado a petición de sus padres— nació con género masculino pero nunca se identificó con él. Su familia cuenta que desde pequeña se inclinó por el género femenino: tomaba toallas u otras telas y se las enredaba en el cuerpo para simular que traía vestidos, se calzaba zapatos de tacón o se ponía pelucas.

“Yo la llevaba a las jugueterías a la sección de niños y le enseñaba los carritos, y se terminaba yendo a la sección de niñas. Ahí era donde estaba más entretenida. Al principio, nunca pidió nada de niño ni de niña, pero los juguetes que le llamaban la atención eran los de las niñas”, recuerda su padre, Manuel Martínez.

Cuando cumplió cinco años, la menor y su familia empezaron a vivir situaciones difíciles. Ella comenzó a tener una conducta agresiva en la escuela, donde golpeaba a sus compañeros y no socializaba. Por esto, sus padres decidieron llevarla al psicólogo y también a que le realizaran un encefalograma y estudios del sueño.

“Al final, nos dijeron que no tenía nada”, cuenta su papá.

Fue hasta dos años después que la familia buscó el apoyo de una organización, Transformando Familias, que les ayudó a entender la actitud de su hija. Los integrantes de esa asociación civil les explicaron que ella no se identificaba con el género que tuvo al nacer, sino con el femenino.

Entonces, a la edad de siete y con apoyo de sus padres, la menor comenzó su proceso para ser identificada como niña: se dejó crecer el cabello, sus papás le compraron faldas y vestidos, y ella eligió su nombre de mujer.

Ahora, ‘Sophía’ tiene 10 años y, junto con su familia, busca que su cambio de nombre llegue a los documentos oficiales en los que se asienta su identidad. A pesar de que entre sus familiares y amigos y en su entorno escolar ya se le identifica como ‘Sophía’, su acta de nacimiento aún conserva el que fue su nombre como varón.

“Ella vive como una niña desde hace tres años. El problema ahora es su nombre. En los papeles de la Secretaría de Educación Pública está su nombre legal, pero en la escuela nos han apoyado y su boleta sale con el nombre que escogió”, dice su papá.

Los menores, ante un camino largo

El caso de ‘Sophía’ muestra las dificultades que enfrenta un sector específico de la población LGBT+: los menores, quienes hoy por hoy en la Ciudad de México sí pueden cambiar legalmente de identidad de género, pero solo después de un largo proceso que incluye un juicio y diferentes exámenes; en contraste, para un mayor de edad el procedimiento únicamente es administrativo y rápido.

Durante 2014, la Asamblea Legislativa del Distrito Federal —ahora Congreso de la CDMX— aprobó reformas al Código Civil para establecer que quienes quieran modificar su nombre e identidad de género en su acta de nacimiento solo deban realizar un trámite en el Registro Civil. Para ello, los mayores de edad interesados deben llenar una solicitud, presentar una copia de su acta de nacimiento primigenia, y también original y copia de identificación oficial y comprobante de domicilio.

Todo el procedimiento dura un par de horas y cuesta 70 pesos. Según datos del Consejo Nacional para Prevenir la Discriminación (Conapred), 3,524 mujeres y hombres han hecho cambios de identidad de género en la capital desde 2014. Otras entidades donde es posible cambiar de identidad de género son Coahuila, Colima, Hidalgo, Michoacán y Nayarit.

Ahora, activistas proponen nuevas reformas al Código Civil capitalino para que los menores también puedan cambiar de identidad con un proceso administrativo, en lugar de tener que iniciar una ruta que puede tomar dos años. En abril, el Parlamento de Mujeres de la CDMX aprobó una iniciativa en la materia, que ya fue enviada a la Comisión de Igualdad de Género del Congreso para que sea analizada y discutida a partir de agosto.

Tania Morales Olvera, quien presentó la propuesta en el Parlamento de Mujeres, sostiene que la situación actual viola los derechos humanos de los menores que quieren realizar este cambio.

“Pese al avance a nivel constitucional que en materia de derechos humanos se ha dado en la CDMX en los últimos años, aún existenmecanismos de discriminación hacia sectores vulnerables de la población”, dice Morales, y llama a la ciudad a trabajar en otros aspectos como diseñar protocolos para escuelas públicas y privadas para dar un trato digno a las niñas, los niños y los adolescentes en esta situación.

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