Sobre los papás que se fueron por cigarros y jamás volvieron
Portal: MEXICO.COM 16-junio-2019
A principios de los 90, Marco Antonio salió de su casa. Sin haberse peleado con su esposa o con sus dos hijos, sin problemas aparentes, simplemente no volvió. Entonces tenía 30 años y ganas de viajar, solo que no se lo avisó a su familia. Se cansaron de buscarlo, lo dieron por desaparecido. Cierto día, 10 años después de haber salido sin hora de regreso, volvió a tocar la puerta de su casa. La familia seguía ahí, pero la relación ya estaba rota.
En México, dos de cada 10 niños viven únicamente con su madre. Una cifra que puede hablar de la realidad de familias homomaternales. No obstante, esta no refleja fielmente cuántos hogares sufrieron abandono paterno.
La razón por la que los datos alrededor de esta realidad es tan difícil de cuantificar es porque son cifras que se difuminan con la falta de estudios sobre el tema.
Una denuncia en redes
El jueves 14 de junio se dio un paso histórico hacia la legalización del abortoen Argentina, donde el tema llevaba meses discutiéndose en las calles y en las redes. En abril de este año, una activista en pro de la libertad de decidir condenaba en Twitter la criminalización de las mujeres, y se preguntaba por qué los juicios sociales no son tan severos hacia los hombres que abortan la misión de ser padres una vez que han nacido los hijos.
Con una polémica y muy compartida imagen, la joven cambiaba el foco a otra problemática: el abandono paterno.
¿De qué tamaño es ese problema en México? ¿Es posible saber cuántos padres dijeron que iban por cigarros y nunca volvieron? Hasta este Día del Padre la respuesta corta es que no.
La razón principal es que existen muy pocos estudios sobre los comportamientos reproductivos masculinos, señala Juan Guillermo Figueroa, sociólogo y demógrafo de El Colegio de México. “Los datos se centran en las mujeres porque ellas viven el embarazo; pareciera que solo ellas se reproducen”, apunta este especialista en masculinidades, paternidad y políticas públicas.
Aunque no se sabe con exactitud cuántos hombres son padres cada año, ni cuántos hijos tienen, ni la edad promedio a la que tienen su primer hijo, sí existen algunas cifras indirectas (como las de los censos) que pueden ayudar a entender algunos aspectos de la paternidad en México.
Breve radiografía de los padres mexicanos
Según estimaciones del Centro de Estudios Sociales y de Opinión Pública (CESOP) de la Cámara de Diputados, en 2015 había 21.7 millones de papás en el país. Es decir, un tercio de los varones mexicanos tenían hijos. El mismo estudio calcula que la edad promedio de los padres en México, en ese momento, era de 46 años.
Al analizar la composición de los hogares en la Encuesta Intercensal (2015), es posible confirmar que siete de cada 10 menores de edad viven con ambos padres. De ahí se desprende que el 30% de los niños y adolescentes viven con otros familiares, o bien, con uno solo de los progenitores. Según el INEGI, el 81.7% de los hogares monoparentales están dirigidos por las madres.
Pero existen diversos factores por los que casi el 20% de los niños mexicanos crecen únicamente con las mamás. Allí puede entrar el abandono paterno, sí, pero también las separaciones, los divorcios, las migraciones o la muerte. La siguiente gráfica, con datos de la misma Encuesta Intercensal, arroja información sobre el estado civil de las madres mexicanas mayores de 12 años. Solo un 6.5% del total corresponde a madres solteras.
La presión de ser “el proveedor”
Si existe algún ámbito de la vida social en el que la desigualdad de género favorece a las mujeres, es precisamente en el tema de la paternidad, considera Figueroa. Con esto no pretende victimizar a los hombres, aclara el investigador, sino hacer notar que ellos “son coautores de los hijos y por tanto tienen derecho a disfrutar el proceso”.
Figueroa observa que a nivel social, lo que más se espera de los papás es que sean proveedores económicos. Y en su opinión, eso implica una carga física y psicológica que debería ser tenida en cuenta por las instituciones de salud pública.
Pero, en comparación con las mamás, los padres mexicanos suelen tener más obligaciones que derechos. Por ley, los hombres solo pueden tomarse cinco días con goce de sueldo cuando nace su hijo. En España, la licencia de paternidad se extiende a 30 días, mientras que en Suecia alcanza los 16 meses pagados.
El investigador también apunta que las encuestas de cuidado de los hijos suelen enfocarse en el ámbito doméstico, donde es verdad que los hombres tienen menor participación.
“Es injusto quedarse con esos datos”, considera Figueroa. “Los padres responsables muchas veces tienen que sacrificar el tiempo con sus hijos por estar trabajando, porque quieren cumplir con lo que socialmente se les enseñó que tienen que hacer los hombres en una familia”.